Histeria en Madrid con Tokio Hotel.

Tokio Hotel, el grupo alemán que causa fervor entre sus fans de todo el mundo, dejó anteayer en Madrid prueba de su éxito incontrolable y de que son los ídolos de una generación adolescente.

Si Tokio Hotel arrasó en Madrid, como el día anterior lo había hecho en Barcelona, el grupo de Bill Kaulitz pudo comprobar cómo se las gastan sus seguidores españoles en todo lo que se refiera a amor, devoción, pasión y, ante todo, histeria, en las horas previas al concierto en el Palacio de los Deportes de la capital. Todas (y también alguno) querían ser testigos de primera fila del concierto. ¡Algunas esperaban desde hace catorce días a las puertas del Palacio de Deportes desde!

Entre el público dominaba un look pseudogótico, con algún detalle de punk y una pizca de desorientación post-grunge: un reflejo bastante fidedigno del propio grupo.

Pero, ¿qué tienen los Tokio que las vuelven locas? De verdad el fenómeno es inexplicable para muchos. Ni sus fans son determinantes a la hora de definirles, aunque sí totalizadores: “Tokio Hotel son lo más”, expresó una fan con entusiasmo. Otra adolescente dijo: “¡Lo que más nos gusta es todo!”. Con un poco más de esfuerzo añadieron: “Nos gusta el mensaje. Traduces sus letras y te pueden ayudar porque son poesías”. Confesaron: “En nuestras casas nos dicen que estamos un poco locas y tienen razón”.

Jóvenes adolescentes iban llegando a lo largo del día para sumarse a una histeria colectiva que vivió su primer momento explosivo al abrirse las puertas del recinto. Las seguidoras más devotas del grupo alemán gritaron como si les fuese la vida en ello, entre la histeria y la pasión más absoluta, rompiendo el extraño silencio que envolvía la pista minutos antes de que los componentes de Tokio Hotel saliesen al escenario.

Como respuesta, la banda abrió con “Noise”, con una imagen heredada directamente de Matrix a medio camino entre la saga Crepúsculo y la androginia de Lady Gaga. Pronto tocaron algunos de sus éxitos más celebrados, de “World behind my wall” (incluyendo una evocación del Muro de Berlín que a la mayoría de los asistentes le parecería cosa de la prehistoria) a “Ready, set, go!”, dejando para el tramo final las celebradísimas “Darkside of the sun”, “Forever now” y “Monsoon”.